De un gira por el país que los traerá a Rosario este viernes, los costarricenses de Un Rojo reggae band, sostienen que el género musical nacido en Jamaica “ es un enamoramiento que dura toda la vida”.
Un Rojo Reggae Band aterrizó por segunda vez en el Festival Cosquín Rock; la invitación les permitirá a su vez, recorrer con su música las provincias de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe. En Rosario se presentarán junto a Nonpalidece y Durban Poison el 20 de febrero, en Legend, en Costanera norte y Castagnino.
Nacida en 2002, la agrupación publicó su primera producción, titulada Jah is a rasta, en 2005. Dos años después, su cantante original, Salomón, y el baterista Jeffrey Vargas dejaron el proyecto y la banda experimentó una renovación que, entre otros cambios, incluyó la incorporación de dos coristas: Kumary y María Laura; que le dieron nuevos colores a las melodías de sus temas.
La interpretación de las líricas quedaron a cargo de Jaguar; su guitarrista, quién dialogó con este periódico y se refirió a su terruño, su manera de concebir el reggae y a la geografía que comparten con Jamaica, unido por el Mar Caribe.
— ¿Qué expectativas tienen de tocar en la región?
—Esta es nuestra segunda visita a Argentina y orgullosamente una nueva presentación en Cosquín rock. Las expectativas son muy altas por el trabajo que la banda viene haciendo, ante todo por internacionalizar nuestra música. Al ser latinoamericanos y provenir de un país en el centro del Caribe, creemos que la música cruza fronteras y que el mensaje debe llegar a la mayor cantidad de personas. Venimos girando por Centroamérica, en países como Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
—Tienen una relación en común con Nonpalidece con quienes volverán a compartir escenario; ¿qué otras bandas argentinas reconocen?
—Con Nonpalidece hay una hermandad, en nuestro nuevo disco colabora Néstor Ramljak, su vocalista. También hemos tenido relación con Rondamon, Luis Alfa, Durban Poison y Kameleba, con quienes giramos por Centroamérica; también con Lumumba y Los Cafres.
— ¿De los orígenes del reggae en Costa Rica qué pueden contar?
— El mismo proceso de Jamaica lo vivió nuestra provincia de Limón, ubicada en la costa del Mar Caribe; me refiero a la fusión que sufrió el mento con el blues y otros géneros dando paso al reggae. El uso del inglés utilizados en las composiciones proviene de los dialectos jamaiquinos Creole y Patois, una fuerte influencia caribeña.
— ¿Qué estilos o rasgos autóctonos reconocen en su música?
—Nuestro país tiene grandes compositores de música Calipso, muy fuertes en toda la región caribeña centroamericana, reconocemos ese género y mucha influencia africana, tanto de la provincia caribeña y Guanacaste nuestra provincia del norte del Pacífico.
—La propuesta de sus letras tienen un alto contenido político ¿Cómo ven la situación social y económica de Costa Rica hoy?
—La cultura en general está jugando un papel importantísimo en la sociedad actual, donde la globalización va muy rápido y los valores sociales cívicos familiares se pierden con la misma velocidad. La música como musa vital en las artes llega a todos los oídos, haciéndola un arma para poder llevar un mensaje de conciencia y equidad sin importar clase social, color de piel o género. La situación social en los últimos años en Costa Rica se divide en tres clases sociales; una clase alta, una clase media y una baja. La tendencia actual es una clase alta minoritaria y una clase social media baja, en aumento.
— ¿Por qué siguen eligiendo la música reggae como canal de comunicación?
—El reggae es un enamoramiento que dura toda la vida, es la música que vivimos, que creamos, que respiramos; el reggae tiene un espacio espiritual que te permite comunicar por sí solo y desde siempre tiene un mensaje importante para la vida diaria; tiene como ideales, amor, paz y equidad entre seres. Por esto seguimos y seguiremos eligiendo el reggae como nuestro medio de comunicación.
A pesar del check in check out de los aeropuertos, la agrupación está en proceso de producción de su nuevo disco, Reborn (Renacer). De vuelta a Costa Rica, Jaguar y sus compañeros volverán a los estudios; Luisca (bajo); Alonso (batería); Pedro (teclados); Juan José (percusión); Kumary y María Laura (coros); Fabián (trompeta); José Pablo (trombón) y Nacho (guitarra).
Entrevista publicada en la última edición del periódico El Eslabón.