En mayo salió a la calle el número 15 de la revista Apología con un puñado de crónicas, relatos, entrevistas y recorridos, y con la misma impronta de siempre: visceral, corrosiva, pero con la intención de propiciar el encuentro y la escucha. “Me volví con menos ganas de llevar la contra y con más ganas de hermanarme con los demás”, contó Santiago Beretta, editor y fundador de la publicación.
Con varias imágenes e ilustraciones de Matías Buscatus y Lucas Collosa, esta edición en particular es un viaje al fondo oscuro de la noche, sobre los modos en que los “amigos anónimos” y las “amigas desconocidas” la habitan como duración, como lugar, como estado de ánimo, o como la vida misma cuando se pone muy oscura.
Oldenait: trabajar y vagar bajo el reino de la luna, de Marcos Mizzi; y Radiografía Nocturna: a dónde van los que no duermen cuando todos duermen, de Beretta; son dos lecturas diferentes de un mismo recorrido por la ciudad. En ambas crónicas los narradores tienen la certeza de que, aunque no haya a dónde ir, siempre garpa salir a explorar. El interior de la noche, de Petula, es un texto caleidoscópico sobre pernoctadores solitarios que se abandonan al sueño con pornografía o videos de turismo aventura en Youtube.
En Quisiste ser un Rolling Stone y terminaste en la metadona, Marco Apolo Benítez narra las intensas y líricas reflexiones de un opiómano en un consultorio de toxicología.
Esta publicación cuenta también con dos entrevistas –quizás lo mejor de Apología– a cargo de Beretta. Bancar la escucha es un reportaje a Adolfo Corts, que está al frente de Sonidos de Rosario “un proyecto de “sonoperiodismo” dedicado a la contemplación e investigación del paisaje sonoro de la ciudad. Además, una charla/entrevista a Eduardo Spaggi, ecologista y director del Observatorio del Sur, que entre otras cosas plantea que el consumo es un acto político y propone recuperar un vínculo humanizado, entre usuarios y productores.
Apología #15 incluye breves relatos como Guerra de ratas, de Rocky Bigiolli; y Terraza: investigación del paisaje cotidiano, de Javo A (ilustrado por Franco Piccini); y un texto narrativo sobre el hacinamiento en comisarías rosarinas, Depósito de pobres, basado en un informe de la Coordinadora de Trabajo Carcelario. También hay una “encuesta existencial” a personas de todos los palos, edades y barrios de Rosario, sobre las derivas del futuro: “¿Cree que tenemos un destino común como sociedad o cree que el destino es algo individual? ¿Qué piensa de la robótica? ¿Está de acuerdo con derrotar a la muerte a través de la ciencia?”, son algunas de las preguntas del cuestionario. De yapa, se publicó Los efectos, un fragmento de la novela Generación Descartable, de Omar Serra.
“Yo vendo revistas en el parque como si vendiera churros, voy caminando y ofrezco persona por persona. Creo que el 70 por ciento de las ventas es a gente que no conoce la revista”, contó Beretta sobre el modo en que Apología, desde hace siete años, insiste en contar historias de los que están del otro lado de “esta pared que es el mundo”. Haciendo un balance de la publicación, el editor reconoció: “Sí, hemos agotado tiradas de mil ejemplares, de todos los números casi el 90 por ciento, algo que me parece un logro enorme en una ciudad de mierda como esta, de ambientes artísticos con un grado de frivolidad real, y poco público para poder vivir. Pero fue todo una alegría enorme”.
