La actitud de los gobiernos provincial y municipal hacia los medios de comunicación fue duramente criticada en el informe presentado por Fopea sobre “las limitaciones” al ejercicio de la prensa en Rosario. El secretario de Comunicación Social de Santa Fe, Mariano Panichelli, negó las denuncias de presiones a las redacciones por parte de funcionarios santafesinos y el uso de la pauta oficial para condicionar el trabajo periodístico. “Por supuesto que tenemos diálogo con los periodistas. Cuando hay un tema que a nosotros nos interesa a veces llamamos para que se publique”, aseguró.
—El informe señala que cuando el diario La Capital decidió reformar su estructura de secciones, para darle más impacto a sus primeras páginas, unificando la sección Ciudad y Policiales y llevarla a la página dos, “funcionarios del gobierno provincial evaluaron que sería negativo para la gestión oficial y presionaron al diario para que cambie ese rediseño, lo que finalmente se hizo”. ¿Qué responden a esa denuncia desde el gobierno?
―Sobre eso puntual, no me consta. Lo que tienen que ver con lo que vi del informe, me parece que carece de citas, de fuentes. Cuando ustedes me llamaron para la entrevista lo primero que hice fue consultar con mis colaboradores para ver si alguno había sido consultado para este informe de Fopea y ninguno lo fue, por lo tanto hubiera sido saludable, al vertir ese tipo de consideraciones, que nos hubieran consultado a nosotros y también hubieran citado cuáles fueron los periodistas o dueños de medios que dieron su testimonio para concretar este informe.
—Entiendo que el informe presenta las conclusiones de un trabajo en el que estarán como respaldo las entrevistas, las encuestas y sus fuentes, tal como dice al inicio del trabajo, donde reseña que fueron consultados periodistas, funcionarios, etc. Pero el texto no utiliza siquiera el potencial, sino que afirma que los funcionarios “presionaron”.
—No me consta. Después lo que yo te puedo decir es cómo gestionamos comunicación en el gobierno. Lo hacemos en un doble sentido. Por un lado producimos contenidos periodísticos que tienen que ver con la acción del gobierno, puntualmente con la agenda del gobernador, de los ministros, los temas de gestión, que por supuesto queremos que esas noticias tengan la mayor visibilidad posible porque trabajamos para un gobierno. Pero de ahí a, como dice el informe, presionar a los periodistas o a los medios para que los contenidos o algún tema no salga… De hecho, si hay algo en lo que coincido con el informe es cuando dice que en Rosario hay muy buenos periodistas. Hay muy buenos periodistas, yo creo que hay pluralidad informativa en Rosario, hay medios con distintas líneas editoriales que conviven en la ciudad. Eso desde el punto de vista periodístico. Después está la cuestión de los contenidos, que tiene que ver con los contenidos publicitarios, en el sentido de acompañar en el avance de la gestión y todo eso también está hecho por trabajadores de la comunicación.
—El informe menciona varias veces el tema del gran presupuesto en pauta oficial y del uso que se da a esa pauta. ¿A cuánto asciende ese gasto?
―En cuanto a la inversión publicitaria, nosotros la utilizamos para comunicar la multiplicidad de cuestiones para contar. Y en cuanto al presupuesto que nosotros tenemos, si lo comparás con otros de provincias similares, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, ni hablar del gobierno nacional, estamos muy por abajo de eso.
—El último que vi publicado, meses atrás cuando quisimos hacer una nota para comparar presupuestos publicitarios, ya que teníamos los de Nación y de Ciudad de Buenos Aires 2013, en los que por proporción de habitantes Ciudad de Buenos Aires tenía un gasto muy superior, fue el presupuesto para publicidad de la gestión 2011 en Santa Fe…
—No, 2012. (Efectivamente después de la entrevista chequeamos que ahora puede verse en la web de la provincia el gasto en publicidad de 2012, que asciende a unos 56 millones de pesos).
—¿Y cuánto es el de 2013?
—Lo estamos terminando de procesar para publicar ahora. Pero 2013, como fue un año muy particular porque también hubo elecciones, y estuvo el decreto este por el que nosotros tuvimos que hacernos cargo de la publicidad paga de los partidos políticos, calculo que se habrá cerrado en 90 millones. Teníamos un presupuesto de aproximadamente 60 millones y después se sumó lo de las campañas políticas de todos los frentes que participaron de las elecciones.
—Otra cosa que mencionan es que de parte del gobierno, y leo textual, “no hay llamados para sacar periodistas, pero sí para sacar temas”.
—En esto quiero ser muy claro. Nosotros tenemos un gran equipo de trabajadores de comunicación en el gobierno. A ver, habrá dos coordinadores de comunicación por ministerio en promedio, y una estructura central que es la secretaría de Comunicación Social, que trabajamos gestionando contenidos de comunicación. Esos los enviamos vía mail. Y por supuesto que tenemos diálogo con los periodistas. Cuando hay un tema que a nosotros nos interesa a veces llamamos para que se publique. Muy distinto es presionar para que no se publique alguna cosa, o para que salga solamente nuestra voz sobre un tema. Agarremos cualquier diario del día de hoy y verás que hay voces de distintos tipo hablando de diferentes temas. Lo de “sacar temas” lo niego rotundamente. Intentar incidir sobre los contenidos de un medio, lo niego, porque no es nuestro estilo de trabajo.
—Esto trae a la memoria el episodio de Ariel Bulsico, conductor del noticiero de Canal 5, que denunció presiones para que no de sus opiniones. Ahí quedó flotando la idea de que hubo presiones por parte del gobierno provincial. ¿Qué sucedió en esa oportunidad para ustedes?
—En su momento nos manifestamos públicamente, como con el Sindicato de Prensa Rosario, con el cual tenemos una muy buena relación. En el caso de Ariel todo surgió por un comentario en las redes sociales y nosotros automáticamente nos pusimos en contacto con el sindicato. Primero hablé con mis colaboradores para ver si alguien había… Por supuesto que no. Y después finalmente tenía que ver con un criterio editorial del medio, cosa que nosotros no manejamos. Pero no hubo ningún pedido ni nada por el estilo. También esa denuncia de Ariel fue bastante difusa… Vos decís llamaron… Pero no decís quién.
—El informe dice que los gobiernos municipal y provincial hablan de la necesidad de “pacificar Rosario” por el tema de la violencia ligada a la narcocriminalidad y que ese concepto también se traslada a la prensa donde esos gobiernos, según Fopea, apuestan a “pacificar en los medios”. ¿Ustedes tienen una estrategia para “pacificar” en los medios?
—Por supuesto estamos muy preocupados por la violencia que envuelve a Rosario, y no sólo en Rosario sino en buena parte del país, y te diría todo el mundo, porque la violencia es un problema mundial. Y como gobierno estamos abocados a revertir esta situación. Ha habido un gran avance con la colaboración de las fuerzas federales a través de la intervención de la Gendarmería. Yo entiendo que el tema de la violencia es muy atractivo periodísticamente y me parece que también si las cosas empiezan a mejorar está bueno que eso se refleje. Pero no hay una estrategia de intentar hacia los medios, de “pacificar”, como dice el informe.
—Al cierre del informe, entre otras sugerencias, plantean la propuesta de que se sancione una ley que regule la publicidad oficial, algo que se viene debatiendo en diversos ámbitos. ¿Cómo evalúan ese planteo?
—De la misma manera que se abrió un debate muy interesante en torno a lo que hoy es la Ley de Medios, me parece que sería interesantísimo que se trabaje sobre esto, que tendría que tener un alcance nacional también.
Artículo publicado en la edición 153 del semanario El Eslabón.
