Desde la oposición reclaman al Ejecutivo provincial medidas más profundas ya que consideran “insuficiente” el desplazamiento de Javier Echañiz, “un funcionario técnico que depende de funcionarios políticos”, y pidieron la cabeza de Claudia Catalín, la secretaria del Tribunal Electoral. La Provincia, en tanto, valoró “la dignidad (del técnico) de asumir este error y presentar la renuncia”.
En declaraciones a Redacción Radio (Del Plata Rosario FM 93.5), el actual concejal reclamó que los jefes “políticos” de Echañiz “también asuman la responsabilidad en este tema”, y cuestionó que la misma persona acusada de haber manipulado la Mac de un supuesto empresario vinculado con el narcotráfico haya sido la responsable de la carga del escrutinio en las primarias.
“Por otra parte –agregó-, Echañiz es un funcionario técnico y depende de responsables políticos. Lo mismo que la secretaria del Tribunal Electoral, Claudia Catalín, que ha tenido un desempeño cuestionable, no sólo en esta elección sino en comicios anteriores. Es otra de las personas que debían dar un paso al costado».
En la misma línea se expresó el diputado nacional Marcos Cleri, para quien la renuncia de Echaniz, que se produjo este lunes, “es una medida tardía y que sólo responde a una exigencia del candidato Miguel Lifschitz, a la necesidad de buscar algún responsable por los graves errores cometidos durante el recuento de votos”.
“Es tardía porque su trabajo viene siendo cuestionado desde diciembre de 2013 cuando, sin orden judicial, manipuló la computadora personal de Luis Medina, un empresario de la noche rosarina asesinado a balazos por sicarios, en un contexto de negocios relacionados con el narcotráfico”, recordó también el legislador.
Por último, Cleri consideró que “este alejamiento suena más a cálculos políticos de conveniencia coyuntural, para tratar de fortalecer la figura de Lifschitz en las elecciones generales, que a una necesidad real por buscar la tan pregonada transparencia. Si realmente se buscara transparencia, tendría que haberse ido hace una año y medio”.
Una cadena de ineptos
«Hacer caer la responsabilidad de un escrutinio sólo en una persona es insuficiente. Hay una cadena de responsabilidades. Javier Echañiz dependía de un ministro», coincidió Jorge Boasso, concejal y candidato a vicegobernador por Unión Pro, en declaraciones a LT8.
El radical devenido macrista, sostuvo que el técnico en cuestión «es una figura que fue cuestionada antes de las elecciones. Hicimos una presentación el 9 de este mes, donde mencionábamos 50 puntos que tenían como el objetivo asegurar la auditoría del software, porque teníamos gran desconfianza de lo que podía ocurrir. Y una de las figuras emblemáticas de lo que teníamos mucha desconfianza era Javier Echañiz».
«El candidato Miguel Lifschitz dijo que todo fue por culpa de un imbécil o de un inepto. Yo diría que fue una cadena de ineptos”, afirmó el concejal.
En este sentido, agregó que “lo que ocurrió no fue producto de una sola persona. Un proceso electoral depende de muchas personas y las cargas del sistema informática, también. El cambio de aplicaciones o de conceptualizaciones del escrutinio no es sólo responsabilidad de Echañiz. La categoría votos no consignados, que todavía no sabemos a qué corresponde, el hecho de haber consignados votos no escrutados, ha sido producto de un pedido de informes del Procurador de la Corte que remitió al Tribunal Electoral y que el Tribunal giró al Gobierno de la provincia para que de respuesta».
Para Boasso «este es un gobierno que no asume las responsabilidades políticas y nunca da el paso al costado el funcionario máximo. El hilo termina cortándose por lo más delgado. Todavía no tenemos garantías de un escrutinio transparente para las elecciones del 14 de junio. Ya no creemos en nada porque no lo creíamos antes del escrutinio provisorio. Fuimos el único partido que empezó a dar pasos con presentaciones por escrito porque no teníamos confianza. Nuestros apoderados están interponiendo escritos para asegurarnos las transparencia».
