Defensa y ataque

Ante la polémica que generó que los ex ministros de Justicia, Eduardo Superti y Juan Lewis asuman la defensa de los detenidos por defraudación inmobiliaria, el gobernador Miguel Lifschitz se quitó responsabilidad al señalar que ambos «eran de la gestión anterior». Lewis no se calló.

“Desde el punto de vista de la ética política, tenemos que estar de un lado o del otro en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico, el lavado y la corrupción en todos sus niveles”. Con esas declaraciones, el mandatario criticó a los ex funcionarios de las gestiones de Hermes Binner y Antonio Bonfatti. “Ninguna de estas personas son funcionarios ni asesores de nuestro gobierno”, tiró.

Casi como obviando que los dos ex titulares de la cartera de Justicia pertenecieron a mandatos de su mismo signo político, Lifschitz se atajó: “Estoy tranquilo con mis equipos. No tenemos temor en enfrentar todos los hechos que haya que enfrentar en materia de narcotráfico, corrupción y lavado”.

Por su parte, Lewis optó por la red social Facebook para responder a las críticas que le llovieron por representar a uno de los detenidos en la megacausa de lavado y fraude.

“Asumir la defensa de dos ex compañeros de la facultad (dos escribanos), que están muy lejos de ser millonarios, y mucho más lejos de ser delincuentes de cuello blanco como dicen, no es ni más ni menos que aquello a lo que se dedican los abogados penalistas: defender gente acusada de cometer delitos”, se excusó.

El ex ministro de Bonfatti agregó que sus defendidos “ni siquiera están involucrados en el larguísimo conjunto de maniobras y estafas con inmuebles que investigó el fiscal, sino en relación a un solo inmueble en transferencias posteriores que sólo por interpretación del fiscal terminan en un juicio penal”.

“No creo que haya que plegarse a comentarios desinformados para linchar a estos dos profesionales porque sino, además de tenerle miedo a los delincuentes terminaremos teniéndole miedo al Estado”, concluyó.

Lewis también se desempeñaba como asesor del bloque oficialista, pero según confirmó Rubén Galassi en diálogo con El Ciudadano, fue echado de su puesto a raíz de este caso. En tanto, Superti se desempeña como asesor de la presidencia de la Cámara de Diputados, e incluso es el abogado de Bonfatti en la causa que se investiga el ataque a tiros a su vivienda en 2013.

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