Además del presidente argentino, entre los gobernantes involucrados en el escándalo fiscal que sacude al mundo desde este domingo, se encuentra el primer ministro islandés Sigmundur Gunnlaugsson, a quien la oposición y el grueso de la población isleña exigen su renuncia.

En las pocas horas transcurridas desde que se dio a conocer que su mujer posee depósitos millonarios en las Islas Vírgenes, se recogieron más de 20 mil firmas exigiendo la renuncia del primer ministro islandés. Se trata de una cifra exorbitante si se considera que la población islandesa apenas supera los 300 mil.

Fuente: www.ruv.is.
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Frente al Parlamento en Rejkiavik, miles de manifestantes se congregaron este lunes con el mismo fin. Según consignaron distintos analistas a la prensa nórdica, la población “hierve de furia”, algo lógico si se tiene en cuenta que los ciudadanos islandeses no tienen permitido hacer depósitos en cuentas extranjeras, restricción impuesta tras desatarse la crisis financiera en 2008.

Una de las fuentes citadas por el verspertino noruego aftenposten, el profesor en Ciencias Políticas Eiríkur Bergmann, pronostica que el primer ministro no contará con el respaldo de sus compañeros de partido. También infiere que el otro partido gobernante, el conservador Partido de la Independencia, podría intentar una alianza con la oposición para conformar un eventual gobierno de minoría.

Sin embargo, el Partido de la Independencia tiene a dos de sus más importantes funcionarios de gobierno (el de Finanzas y el de Interior) involucrados en el escándalo. Por lo que la situación de Gunnlaugsson, quien ya adelantó que no piensa renunciar, es cuando menos, complicada.

Otra especialista, la cientista política del Colegio Superior de Malmö, Gunnhildur Lily Magnusdottir, sostuvo que si el gobierno islandés pretende sobrevivir al escándalo, lo más inteligente sería que los involucrados den un paso al costado.

“El público no se calmará hasta que no se tomen medidas”, dijo Magnusdottir en declaraciones al matutino sueco Sydsvenskan. La especialista sostuvo que si bien la oposición fustigará al gobierno a lo largo de esta semana a partir del escándalo, una eventual iniciativa promoviendo la renuncia caería en saco roto puesto que el oficialismo tiene mayoría en el Parlamento.

“No obstante, el gobierno puede ser obligado a desistir del mando. La sociedad hierve de furia y el humor es equivalente a aquel de la crisis de 2008”, afirmó Magnusdottir.

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Un comentario

  1. […] La líder de la opositora Alianza Democrática Social, Arni Pall Arnason, había preanunciado que la posición de Gunlaugsson es “insostenible” y que le parecía “obvio” que los islandeses no toleraran “un liderazgo vinculado a las empresas fantasmas”. El día anterior, el grueso de la población isleña había exigido su renuncia. […]

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